Recuerdo, todavía, la mirada de mi abuela buscando aquello que acababa de guardar. Algo no iba bien, y ella lo sabía, aunque no podia interpretar muy bien que era lo realmente qué le pasaba, o pasaba a su alrededor. Primero pensaba que era yo, o la chica, quien le había escondido sus cosas. Luego, muchos meses más tarde, simplemente se rompió y se entregó.
Entender el proceso que estuvo padeciendo mi abuela no fue fácil. Una probable EA de la que todos conocíamos el final. Residencia, vacío, soledad y días monótonos. Miedo por irla a visitar cuando ya no me reconociera. Cuando mira a su marido y no sabe quien es, es duro para ella, que vive una vida que no es. Pero más duro es para mi que sí sé quien ha sido ella. Y de repente lo descubrí. Yo sé quien es ella. Yo sé lo que le gusta. Yo sé lo que le calma.
Montessori me abrió los ojos, y el doctor Cameron me dio las pautas para comprender el proceso de mi abuela. Y hoy quiero compartirlo contigo.
Una persona con probable EA no ha dejado de ser persona. Y no es un enfermo. Es un discapacitado intelectual. Tiene afectada un área del proceso cognitivo que le dificulta la vida. Y yo como su nieto, hijo o marido, quiero convertirme en ese bastón que ayude a mitigar esa falta de capacidades cognitivas que le obstaculizan su día a día. Cuando te das cuenta, puedes ver más allá y se te abre un mundo de capacidades. Pero un mundo infinito, de sentimientos, emociones, sensaciones, etc, y cuando vuelves a mirar esos ojos aparentemente vacíos lo que detectas es que necesitan el cuidado de un semejante y el amor de ese cuidado, de esa caricia.
Olvidarán cómo te llamas, no olvidarán cómo les hiciste sentir
El doctor Cameron me enseñó muchas cosas, entre ellas, la más importante es que mi abuela olvidó mi nombre, olvidó cómo se llama su marido, inclusó olvidó como se llamaba ella misma, pero lo que no se olvida es el sentimiento. Y es algo que he podido evidenciar con nuestros usuarios. Olvidan si estuvimos ayer con ellos, o si fue la semana pasada. Olvidan nuestro nombre... pero nunca, nunca olvidan el sentimiento que les generamos y el amor que les damos. En este día tan importante es lo único que quiero que grabes a fuego en tu mente y tu corazón. Olvidarán como te llamas, pero nunca olvidarán como les hiciste sentir. Cuando tengas conflictos con tu madre, con tu padre, cuando todo se ponga cuesta arriba. Para, respira, y recuerda que lo que digas no tendrá mucho calado. Pero como lo digas, y el amor que tenga ese mensaje es lo que nunca olvidarán. Trátales como te gustaría que te trataran a ti, y haz crecer la semilla que nos hace humanos. El amor.
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