El otro día pensaba en lo llenos que están nuestros calendarios de días internacionales. El Día del Agua, el Día de los Océanos, el Día de la Tolerancia… hasta el Día del Café (que, por cierto, celebro con gusto). Y me vino a la mente una pregunta: ¿realmente necesitamos un día específico para recordar todas estas cosas? ¿No deberíamos estar hablando de ellas todos los días?
Mañana es el Día Internacional del Alzheimer. Y, aunque me dedico a esto, me hago la misma pregunta: ¿necesitamos realmente un día para recordarlo?
Vivimos el Alzheimer cada día
Para quienes convivimos de cerca con personas que tienen Alzheimer, no necesitamos un día en el calendario que nos lo recuerde. Lo vivimos a diario, en los gestos pequeños, en las conversaciones que a veces se pierden, en los recuerdos que se desvanecen. Para nosotros, el Alzheimer no es solo una fecha en el calendario; es parte de nuestra vida.
Pero luego pienso en todas esas personas que, afortunadamente, no han tenido que lidiar con la enfermedad de cerca. Para ellos, el Alzheimer puede ser solo una palabra más, un diagnóstico que leemos en los titulares de vez en cuando, o algo que escuchamos de fondo. Y ahí es donde empiezo a entender por qué días como el de mañana son importantes.
Un día para los que aún no saben
Para muchas familias, el Alzheimer llega de repente, sin avisar. Y cuando lo hace, se encuentran con una realidad que no estaban preparados para enfrentar. Por eso, quizás, sí necesitamos días como el Día Internacional del Alzheimer. No tanto para quienes ya lo viven de cerca, sino para quienes aún no saben lo que significa, para quienes aún no han tenido que aprender lo que es ver a un ser querido perderse en sus propios recuerdos.
Días como el de mañana nos invitan a reflexionar, a informarnos, a tener esas conversaciones incómodas que a veces postergamos. Nos recuerdan que, aunque no lo vivamos hoy, el Alzheimer es una realidad que afecta a millones de personas en el mundo.
La oportunidad de hacer algo más
¿Podemos hacer algo más que simplemente recordar? Claro que sí. El Día Internacional del Alzheimer no debería ser solo una fecha en la que compartimos estadísticas y números alarmantes. Debería ser una oportunidad para preguntarnos: ¿Qué podemos hacer hoy, mañana, y los días siguientes para mejorar la vida de las personas que conviven con esta enfermedad?
Podemos comenzar con pequeños gestos: participar en programas de sensibilización, apoyar la investigación, o simplemente ser más empáticos y pacientes con aquellos que están en esta lucha diaria. El Alzheimer no se detiene en una fecha específica, pero al menos, este día puede ser el empujón que muchos necesitamos para involucrarnos un poco más.
Porque no solo se trata de recordar, sino de actuar
Mañana es el Día Internacional del Alzheimer, y puede que algunos se pregunten, como yo lo hice al principio: ¿Realmente necesitamos un día para recordar esto? Y la respuesta, aunque no es sencilla, es un sí. Sí, porque aunque algunos convivimos con el Alzheimer cada día, muchos otros no, y este día les da una oportunidad para entender, para reflexionar y, ojalá, para actuar.
Al final, no es solo un día para recordar. Es un día para involucrarse. Porque aunque no podamos devolver los recuerdos perdidos, siempre podemos seguir creando momentos que queden grabados en la memoria del corazón.
Comments